Reseña
Esta obra indaga el proceso de configuración del trabajo social como un campo profesional específico. Con el foco puesto en nuestro país, la autora toma distancia de ciertas recurrencias expresadas en malestares, cuestionamientos hacia el propio espacio y preocupaciones por la falta de reconocimiento. A partir de allí se construye una problemática teórica que comprende y explica esas dificultades en términos de cuestiones de legitimidad y legitimación del mismo. Se trata de una contribución sustantiva a los debates actuales sobre el trabajo social, que problematiza la consolidación del campo según la percepción de sus agentes principales y una exploración genealógica de sus elementos constitutivos.
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